No hay día que no deje de pensar en ti...
Sigo sin entender por qué tuviste que partir... por qué te quitaron la oportunidad de enseñar, aprender, amar, enamorarte, conocer, viajar, escuchar, oler, mirar, tocar, bailar, cantar, gritar, correr, montar, jugar, reir, llorar... ¡¡la oportunidad de vivir!!
Aún hay quienes escriben en tu muro palabras llenas de alegría y nostalgia, dolor y esperanza... pero ¿cómo le hace tu mamá para continuar? ¿cómo le hace tu hermano para seguir?
Cada vez que pienso acerca de mi futuro, cuando hago planes, cuando sueño despierta... regreso al presente y me doy cuenta que ya no estas. Tantas cosas que disfruto, y estoy segura que no es porque lo merezca más que tú.
Me siento indigna de vivir la vida que a ti te fue arrebatada.