viernes, 21 de diciembre de 2012

Al hablar de ti no puedo evitar llorar

Dicen que las lágrimas sanan el alma pero no señalan la duración del llanto.

Cada lágrima que derramo es por cada segundo que estuve frente a tu cuerpo inerte, frío, cubierto por sabanas blancas de las cuales tu mano lograba escapar.

Me acerqué a ti y toque tu pie esperando que en tu rostro se dibujara aquella sonrisa que alegraba mi corazón pero no hubo respuesta.


"Yo le eche muchas ganas" expresaste antes de partir... y no me cabe la menor duda que así fue.

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