Entregaste
tu espada con tal de ver aquella hermosa ciudad. Dejaste de pelear aquí porque
la victoria te fue concedida. Soy una necia al retenerte en este mundo, cuando
tú ya estás disfrutando tu hogar.
A
un año de tu partida puedo comprender que la muerte no fue tu derrota sino el paso a recibir tu recompensa.