viernes, 22 de marzo de 2013

aquel 23 de marzo


Entregaste tu espada con tal de ver aquella hermosa ciudad. Dejaste de pelear aquí porque la victoria te fue concedida. Soy una necia al retenerte en este mundo, cuando tú ya estás disfrutando tu hogar.

A un año de tu partida puedo comprender que la muerte no fue tu derrota sino el paso a recibir tu recompensa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario