domingo, 13 de octubre de 2013

¡Caray! ¡Eres tú!

Me dicen por ahí que ha estado preguntando por mí. Me dijeron su nombre, no me resulto conocido. Por quince días me hice la digna y fuerte y no averigüe más.
   No resistí, y pensé que no estaría mal saber si era real y no una buena broma. Como resultado de tan sutil investigación, supe que tiene dos cualidades que me agradan: ama a Dios y es dos años mayor que yo. Aun así, no lo identificaba entre el montón.
   “Búscalo en facebook”  me dijeron… a lo que yo respondí: “Si tanto le intereso, que me busque él”…
   … No tardé mucho en encontrar su foto en la red social. Pronto le reconocí y me  dí cuenta que era él.
   Ahora, me entusiasma la idea de que tenga tal interés y valor suficiente como para venir a mi encuentro.

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